Propósito de vida en terapia. ¿Por y para que?.

Propósito de vida en terapia ¿por qué y para qué?,  no es para nada una pregunta esteril, más bien todo lo contrario, en terapia una de las situaciones que más habitualmente suele darse es la de la falta total y absoluta de una dirección, un sentido incluso a veces sobre la misma vida ,que se refleja en los pacientes cuando comentan que no saben ni a dónde ir ni qué hacer con sus vidas.

Evidentemente esto es algo que ningún terapeuta, bajo ningún concepto podemos dejar que siga atormentando o causando un grave malestar al paciente, nuestros pacientes han de tener un propósito de vida, sea mayor o menor, más o menos ambicioso, esto al fin y al cabo no es lo sumamente importante, lo importante es que ese propósito de vida contenga, además esté dirigido a conseguir andar por el camino de los valores de la persona. 

Así pues este propósito de vida o podríamos llamarlo también plan de vida, lo vamos a presentar y a configurar a medida para nuestro paciente en función de esos valores, esas directrices que guían su vida y que se materializan a través de acciones concretas en su día a día.

  En el enfoque de terapéutico de la terapia de aceptación y compromiso (ACT), me suelo plantear siempre en qué situación se encuentra el paciente cuando llega a consulta, qué es aquello que le está causando el malestar y en qué medida ese malestar está interfiriendo significativamente en el camino, es decir en los valores que tiene el paciente.

Como en cualquier otra terapia, también en terapia de aceptación y compromiso, explico al cliente en primera instancia los conceptos básicos en los que se va a basar la terapia y como se han de trabajar. 

 En la mayoría de ocasiones tras la  psicoeducación inicial la mayoría de pacientes se suelen sentir inmediatamente identificados con esos conceptos que tratamos, ya que al fin y al cabo son conceptos sencillos al igual que las herramientas que empleamos posteriormente. 

Para que me sirve el propósito de vida….

A la pregunta para qué crear o diseñar un propósito o plan de vida para el paciente se responde de manera muy sencilla, en la mayoría de malestares e incluso patologías hay un factor común y es la falta de dirección hacia un objetivo, es decir la falta de valores que nos ayuden a conseguir nuestras metas.

Evidentemente se van a necesitar muchísimas más herramientas,por ejemplo el primer paso va a ser en muchísimas ocasiones esclarecer los valores con los que cuenta a la persona, dependiendo también del malestar o problema que tenga el paciente,  pero en la mayoría de casos me he encontrado en mi consulta en Gandia, que uno de los principales factores que contribuye a empeorar el malestar es ese no saber hacia dónde dirigirme, esa falta muchas veces de un proyecto de vida,  que guíe de manera consciente nuestra actividad de cada día, es decir al fin y al cabo se trata de tener conductas comprometidas con nuestros valores.

 La importancia del camino más que el destino…

En una sociedad la actual en la que sistemáticamente se nos bombardea con conseguir logros, con superar obstáculos ,con ser el mejor en tantas otras cosas, en cierta medida compararnos y tratar de superar a los demás, muchas veces se nos olvida que tal vez lo más importante, tal vez, no sea ya todo esto si no el camino que hemos de recorrer para conseguir nuestros propios objetivos en la vida.

En conclusión, para que lo entendamos todos de manera muy sencilla, en consulta diseño junto con el paciente ese plan de vida si queremos llamarlo de esta manera, partiendo de la situación en la que se encuentra, viendo como vamos a gestionar ese malestar, que le impide en mayor o menor medida transitar por ese camino, para estar en consonancia con sus valores y así ir progresivamente realizándose a través de su plan de vida desde sus valores.