Resumen
Sesiones como terapia y psicoeducación. Cuando sano y aprendo a la vez en consulta.
En todas las sesiones observo que la gente acude al psicólogo o psicóloga con el fin de sanar alguna situación negativa de su vida o bien con la idea de superar traumas así como trastornos distintos y molestias distintas, todos ellos, en mayor o menor medida fruto de una evolución vital a considerar.
En mi enfoque cotidiano he observado que hay un gran desconocimiento de lo que es el mundo de la psicología, pese a que se ha avanzado mucho los últimos años, se siguen desconociendo gran cantidad de conceptos y sobre todo hay un gran desconocimiento del sí mismo, de nuestras potencialidades de nuestras miserias emocionales, de nuestra buena o mala gestión de las emociones y de tantas otras cosas que constituyen el ser, sanar pasa también por ser consciente, conocer todas estas realidades.
Se trata en muchas ocasiones de superar los síntomas, de establecer nuevas relaciones con ellos, trabajar la cognición, el pensamiento, nuestra relación con el mismo, no es tanto el contenido de los pensamientos como a veces la manera en que nos relacionamos con ellos, con ese mundo interior que tenemos al que llamamos diálogo interno, ese diálogo interno que en psicología se convierte en compañero inseparable de cada uno de nosotros.
Es por ello que desde un principio, desde mis inicios hace más de diez años, siempre he tratado de darle un enfoque muy humanista a las terapias, es decir, ir más allá de la simple curación o tratamiento de los síntomas y de su propia raíz, aprender de ello, gestionar también desde la herramienta del aprendizaje un mejor rumbo en nuestro camino en la vida, un sentido pleno de ella, un proyecto de vida.
Sanar y aprender desde mi dialogo interno
Un diálogo interno, en demasiadas ocasiones destructivo y catastrofista que nos aleja de una vida plena y en armonía con nosotros mismos y con el entorno que nos rodea. Un diálogo interno, que en muchas ocasiones necesita de una reformulación o readaptación mas cercana a la realidad que nos envuelve y en la que nos movemos en el día a día.
Para mí ir más allá, sanar , significa explotar esa capacidad que tiene el ser humano de aprender a través sobre todo de sus errores, nadie nace sabiendo realizar de manera adaptativa la mayor parte de las cosas, vivimos en un continuo aprendizaje en el que este proceso de gestionar la realidad de manera evolutiva al que yo llamo aprender se refleja en nuestras conductas y pensamientos.
En este sentido podríamos decir, sin demasiado temor a equivocarnos, que grandes malestares psicológicos, no todos evidentemente, surgen o emanan de esa mala adaptación de nuestro sistema mental y emocional en un contexto cada día más cambiante y que nos exige de muchísima flexibilidad psicológica
Hemos de tener claro que muchísimas ocasiones el malestar psicológico o sufrimiento humano lo que viene a indicarnos es que probablemente estamos en el camino equivocado, el cuerpo o cerebro nos dice así no vas a sanar, somatizamos, ese sufrimiento, por ejemplo el que genera la ansiedad, nos está avisando de que algo en nuestro proyecto de vida no está funcionando de manera adecuada, el cuerpo avisa como si de un enorme radar se tratase.
En conclusión y con ánimo de no extenderme mucho más, mis intervenciones o sesiones se basan tanto en una parte de psicoeducación, en la que enseño gran cantidad de herramientas e instrumentos psicológicos para afrontar la vida de manera más global, como por supuesto en superar y avanzar en el crecimiento personal de cada uno de nosotros, consistiendo este el objetivo final de cada una de las terapias, crecer desde el máximo conocimiento de mi mismo, conocer mis fortalezas y mis debilidades para afrontar la vida de la mejor manera posible.